En abril pasado tuve la gran oportunidad de visitar la Feria del Libro de Bolonia por 4ta vez, esta era una ocasión especial, ya que significaba revisitar la feria luego de los años de pandemia, y poder viajar con títulos propios como Tokio, para mí era muy importante, porque lanzarme a autopublicar fue una inquietud que nació de poder expresarme libremente y una apuesta que me da libertad como ilustradora y autora, sin duda ha sido un gran aprendizaje para entender del mundo de los libros.
La feria del libro de Bolonia, es una feria de principalmente de venta de derechos, es decir diferentes editoriales del mundo, participan ofreciendo los derechos de su catálogo para que así sus títulos sean publicados en otros idiomas, además es una oportunidad de conocer el trabajo de editores independientes, de identificar la expresión artística de cada país y de empaparse del mundo de la ilustración, es un encuentro de agentes literarios, traductores, autores, editores, ilustradores y todos aquellos que pertenecen al ecosistema del libro.
Es además muy importante para los ilustradores, ya que te permite conocer en persona el trabajo editorial que puede ser afín con tu trabajo, tener reuniones con editores para poder concretar proyectos, presentar tu portafolio y participar en una gran cantidad de actividades que te permiten entender mejor cómo funciona el mundo de los libros, además de visitar la exhibición que se realiza cada año y que representa la vanguardia en ilustración.
Es sin duda una explosión de información, que puede ser en muchos aspectos sobrecogedora y agotadora. Porque tienes en un solo lugar todo lo que te gusta y puedes pensar cómo sobresalir entre tanto talento y oferta. A la vez pensar; tengo algo diferente que no veo en otros y que me gustaría que más personas conocieran.
En esta ocasión mi objetivo principal de participar en la feria era tener mis publicaciones exhibidas en el stand de Chile, que fueran parte de este gran catálogo de libros expuestos, por lo que tener a Tokio en la repisa fue un gran orgullo, además de verlo en su versión y publicación mexicana en el stand de SM México.
Otra de las metas que tenía era poder reunirme con editores internacionales y presentarles mi trabajo, tuve la suerte de conversar con editores de España, de Canadá, de Taiwán y también mostrar mi portafolio a diferentes agencias de ilustradores en USA y UK. Esta experiencia te permite aprender a hablar de tu trabajo, entender que cada editorial es un mundo diferente que busca ciertas particularidades en el trabajo, y además de poder encontrar respuestas a aquello que a veces nos hace partir trabajando en lo que nos gusta sin saber muy bien porqué, lo que pase de estas reuniones aún está en veremos, y espero haber plantado algunos brotecitos que lleguen lejos.
Una de las cosas más lindas de esta experiencia es además poder compartir con otros ilustradores nacionales, y poder descubrir en los pasillos todo el mundo de la ilustración de otros países, conversar de nuestros derechos, y de lo que esperamos como ilustradores a la hora de trabajar en un rubro que es bastante hostil y poco valorado a veces. Hay tanto por hacer, mejorar crear, que te vas como con un año de experiencia. Como ilustradores tenemos mucho que trabajar aún para poder cuidar mucho más nuestro trabajo.
Creo que haber participado este año en Bolonia me permitió agradecer el haberme atrevido a probar y crear mi propio camino publicando mis libros, tener una voz y querer contar historias y poder expresarlas a través de tu trabajo es un privilegio grande, he trabajado mucho para lograr que Wild Me vaya creciendo, y este año no ha sido fácil, muchas veces pienso que el esfuerzo que pongo en hacer mi marca, a veces no llegan los resultados que espero, pero creo que haber ido a Bolonia me permitió ver que el camino a veces para que sea más fuerte, toma tiempo, y hay que solidificar bien la base.
Tal vez algunos proyectos van a tomar más tiempo en salir a la luz, tal vez algunas reuniones van a ser solo experiencias, tal vez las cosas vayan tomando un camino diferente al de nuestras expectativas, pero sí hay algo que sentí con mucha fuerza mientras estuve en Italia fue que estoy haciendo lo que me gusta, y a pesar de que sea difícil emprender y armar una marca propia, es algo que vuelvo a elegir todos los días porque es a lo que estoy llamada a aportar con creatividad, imaginación y color, lo que hago es para todos y va a seguir creciendo a su ritmo, pero haber empezado es lo más importante, con esto quiero solo incentivar a que si tienes una idea, no esperes el momento perfecto, ni el éxito asegurado, ni a la empresa más grande que lo resuelva, no esperes que otro tome tu idea y la haga suya, esa inquietud personal, esa idea son importantes y cada vez que aportamos con una, estoy segura que el mundo se hace mucho más interesante y completo, yo también a veces dudo, también a veces no avanzo, también a veces estoy esperando sin concretar.
Crear algo de cero, es un camino diferente y aceptarlo así, sin compararse, sin mirar para el lado, sin escuchar a veces lo que otros opinan desde su perspectiva y seguir adelante que el tiempo va ir regalando los frutos es lo más importante.
Así que ahora a prepararse porque me encantaría ir el 2025 a mostrar mucho más de mi trabajo. Y lo que hace más encantador este viaje es que sea obviamente en Italia, con lo lindo que es poder disfrutar de los paisajes, la comida y la buena energía que tiene este país en todo sentido.